2010/09/03

Belorado

La alta verja de hierro negro, que como el ciprés alargado, delimita dos mundos.
De entre sus barrotes, se escapa el olor a incienso cuando se eleva sobre el retablo.
Dieciseis hábitos y sus tocas negras nos dan la espalda.
Sus cantos de timbre agudo y dulce, nos sobrecogen.
La cítara, nos transporta.
Mientras, esconden su grandeza, bajo el reclinatorio.

2 comentarios:

Peregrino dijo...

e Isabel

Un lector dijo...

Precioso, muy elevado su Belodorado, tan bonito que sabe a poco. Sin embargo su estrofa "La cítara, nos transporta", se ha convertido en realidad. A usted, al menos, le ha transportado por ese mar infinito, sabe Dios hasta donde y no hemos vueto a leerle. ¿Por qué?