2008/10/28

Estados Unidos


El otro día abría aquí una sombra de duda sobre los Estados Unidos. Hoy, sin embargo, voy a desagraviarlo por todo lo bueno que tienen y por lo que han hecho por la cultura occidental.

¿Por qué Estados Unidos es envidiado?.
¿Por qué Estados Unidos debería ser respetado?.

A veces se vuelve hasta fastidioso que el hobby de gran parte de la
humanidad sea hablar mal de los Estados Unidos.

Hasta hispanos que tienen en los Estados Unidos más de media vida,no
encuentran nada bueno qué decir de USA, pero ahí siguen, pegados como
garrapatas y no regresan a sus países de origen...

Tres ejemplos de respuestas ejemplares a dichos comentarios.

1ro: Cuando en Inglaterra, durante una gran conferencia, el Arzobispo
de Canterbury le preguntó a Colin Powell si los planes de USA hacia
Irak no eran otra cosa que mas construcción de 'el imperio' por parte
de George Bush, este le respondió lo siguiente:

Con el transcurrir de los años, los Estados Unidos han enviado a
muchos de sus mejores jóvenes, hombres y mujeres hacia el peligro,
para luchar por la causa de la libertad más allá de nuestras
fronteras. Las únicas tierras que hemos pedido a cambio han sido
apenas las necesarias para sepultar a aquellos que no regresaron.'
Se hizo un gran silencio en el recinto...

2do: Durante una conferencia en Francia, en la cual participaba un
gran número de ingenieros de diversas nacionalidades, incluyendo
franceses y americanos, en el receso, uno de los ingenieros franceses
dijo 'serenamente': ¿Han escuchado la última estupidez de George Bush?.
Envió un portaaviones a Indonesia para ayudar a las víctimas del
tsunami. ¿Que es lo que pretende hacer, bombardearlos?'

Un ingeniero de Boeing se levantó y respondió serenamente:



'Nuestros portaaviones tienen tres hospitales a bordo, que pueden
tratar a varios cientos de personas. Son nucleares, por lo que pueden
suministrar electricidad de emergencia a tierra, tienen tres comedores
con capacidad para preparar comidas para 3 000 personas tres veces al
día, pueden producir varios miles de galones de agua potable a partir
de agua de mar, y tienen media docena de helicópteros para transportar
victimas desde y hacia el buque. Nosotros tenemos once barcos iguales.
¿Cuántos buques así ha mandado Francia?

De nuevo, silencio sepulcral

3ro: Un almirante de la Armada de los Estados Unidos estaba en una
conferencia naval que incluía almirantes de la Armada americana,
canadiense, inglesa, australiana, y francesa. Durante un cocktail se
encontró con un grupo de oficiales que incluía representantes de todos
esos países. Todo el mundo conversaba en inglés mientras tomaban sus
tragos, pero de repente, un almirante Francés comentó que, si bien los
europeos aprenden muchos idiomas, los americanos se bastan tan solo
con el inglés. Entonces preguntó '¿Por qué tenemos que hablar Inglés
en estas conferencias? Por qué no se habla francés?

El almirante americano, sin dudarlo, respondió:



'Tal vez es porque los británicos, los canadienses, los australianos y
los americanos nos las ingeniamos para que ustedes no tuvieran que
hablar alemán, por el resto de sus vidas'.

Se podría haber escuchado la caída de un alfiler...!

¿Saben dónde está el secreto de los americanos?.

Muy sencillo, hace más de 150 años aprendieron algo que en
Latinoamérica pareciera que no hemos, ni queremos aprenderlo.

DECÁLOGO.:

Son sólo diez premisas muy simples:

Usted no puede crear prosperidad desalentando la Iniciativa Propia.

Usted no puede fortalecer al débil, debilitando al fuerte.

Usted no puede ayudar a los pequeños, aplastando a los grandes.

Usted no puede ayudar al pobre, destruyendo al rico.

Usted no puede elevar al asalariado, presionando a quien paga
el salario…

Usted no puede resolver sus problemas mientras gaste más de
lo que gana.

Usted no puede promover la fraternidad de la humanidad,
admitiendo e incitando el odio de clases.

Usted no puede garantizar una adecuada seguridad con dinero prestado.

Usted no puede formar el carácter y el valor del hombre
quitándole su independencia (libertad) e iniciativa.

Usted no puede ayudar a los hombres realizando por ellos
permanentemente lo que ellos pueden y deben hacer por sí mismos.

ABRAHAM LINCOLN

2008/10/27

Mi viaje a KL

Le usurpo a Daniel su espacio para atraer alguna visita a mi blog con esta interesante crónica de un domingo en KL.

2008/10/19

El purpurado



Hace aproximadamente 2.000 años, Jesús nació, pobre, en un pesebre, entre un buey y una mula.


Hoy su cardenal en NYK, se presenta forrado de oropeles purpuras, cadenas de oro, sonsorosado, rollizo y abundante en carnes, entre los hombres más poderosos del mundo.


Por no entrar en otras consideraciones que puedan herir susceptibilidades, hoy, solo contrapongo esas dos formas de representar el evangelio.

2008/10/18

El culto Gallardón


Sabiendo de la devoción que le tiene Daniel al "culto" Gallardón, le regalo este pufo del Ilustrísimo Ayuntamiento de Madrid que él preside, dirige o yo qué sé. Parece que el presupuesto ya no le da ni para correctores ortográficos. El párrafo que copio a continuación está sacado del programa del festival de jazz de Madrid que se celebrará en las próximas semanas. Penoso

MARCUS MILLER a trabajado con Roberta Flack, Aretha Franklin, Chaka Khan, Wayne Shorter, Al Jarreau, Paul Simon, David Sanborn, Luther Vandross, con quien ganó un Grammy en 1991, a Miles Davis le produjo y compuso el álbum Tutu, uno de los álbumes más premiados de la historia del jazz. En el año 2001 volvió a ganar un Grammy por el álbum M2.

Se puede descargar aquí para el que no me crea.

2008/10/17

El golpe

Cuan profunda se siente la crisis en España, y eso que el efecto de los activos basura de E.E.U.U, no nos ha afectado mucho.

El gran golpe vendrá cuando las constructoras tengan que devolver sus préstamos a los bancos.

En ese momento todo nuestro sistema bancario, se tambaleará y caerá como lo hicieron las torres gemelas el 11-S.

Las seis principales constructoras españolas deben 100.000 millones de euros a los bancos.
En julio su valor en bolsa era de 30.000, ¿ahora, acaso valen algo?.

¿Para quien será ese aval de 100.000 millones que ha prometido ZP?, ¿para las familias?, ¿para las pymes?, me temo que no.

2008/10/16

Individuo: Requiem In Pace

De la construcción del estado a partir de la aportación que hace cada uno de los individuos que lo forman, al aniquilamiento del individuo por la estatalización de la sociedad.

Esto decía el presidente americano Kennedy en Arlington hace unas decadas:

Así pues, compatriotas: pregúntense, no lo que su país puede hacer por ustedes, sino lo que ustedes pueden hacer por su país.

Hoy, con la justificación de la defensa de amenazas terroristas y las terribles consecuencias de la crisis financiera, los tentaculos del estado abrazan y engullen hasta el último resquicio de la actividad del individuo.

2008/10/08

Sobre la decadencia de los imperios


Ya que Daniel abandona su lado místico para dedicarse a cosas más mundanas, cuelgo este magnífico artículo leído en el Mises Institute, página que recomiendo vivamente a los que les guste el pensamiento liberal o sientan algún interés por él.


La tesis es que el Imperio Americano es también una burbuja sostenida artificialmente por un dólar que compran el resto de países. Sólo así se consigue mantener una sobredimensionada estructura militar y no colapsar la economía entera. Muy interesante.



The American Empire is Another Bubble
Daily Article by
Posted on 9/12/2008

If Ludwig von Mises were to peruse today's newspapers, he would recognize the symptoms of a worldwide central-bank-generated credit bubble and its oncoming collapse.
What increasingly characterizes the global financial order, Mises would say, is an arrangement where regulators encourage a "heads I win, tails everyone else loses" mentality, backstopped by the willingness of quasi-governmental entities to print and borrow money without bound.
A gentle man by all accounts, Mises would resist the temptation to say, "I told you so," and focus on how to avoid a full-blown global economic and political catastrophe.
The announcement by the FDIC that it might have to "temporarily" borrow money from the Treasury, i.e., the taxpayers, is the latest squawking canary that the dollar-centric global-fiat-money and regulatory era in place since WWII is approaching a final ugly dénouement.
The FDIC now fails to meet its required statutory minimum of 1.15% of capital per insured dollar in deposits due to the ongoing mortgage and credit market carnage; hence the hint for the life preserver thrown out by the FDIC to the Treasury Department the last week of August 2008.
The FDIC, like Fannie and Freddie, says, "Of course we will pay this loan back when everything returns to normal." The accounting "profession" and "civil servants" at the CBO et al. are likely to give their seal of approval to an FDIC bailout with the assurance that "all is well" in the short run. In fact, the bailouts of Fannie, Freddie, and the FDIC in the long run by themselves are likely to be as effective as the Niedermeyer character from the movie Animal House was in attempting to stop the John Belushi–triggered stampeding crowd at the end, pitifully screaming, "Remain calm, all is well."

As in the case of Fannie and Freddie, the FDIC promise to repay the taxpayers when things return to normal is worthless, because there was nothing normal about the real estate and associated credit bubble in the first place. The FDIC, Fannie and Freddie will assure everyone that "the public will receive its money back when the assets of failed banks, etc. … are sold." That is unhelpful nonsense.
By definition, a bubble is an economic disequilibrium caused by the excessive creation of money in relation to the intrinsic value of the asset class to which the money is drawn. In long-run equilibrium, therefore, the money stock (and therefore asset prices) must return to their productively useful value in relation to the size of economic output, or the general price level must rise to restore the fundamental relationships between the marginal utilities of goods and their prices: Mises 101.
In other words, in the case of the fallout from the real-estate and associated credit bubbles, either housing and bond prices must fall dramatically, or there must be a dramatic increase in inflation, or a (convex if you will) combination of the two. This is not rocket science, whatever the sophists of the political class would have us believe.
Without wishing to cause a panic, the situation is actually significantly worse than the mere bailout of Fannie, Freddie, and the FDIC would suggest, once one places the bailouts in their proper historical and political contexts.
For the last sixty years, the United States has provided military protection for the European and Asian capitalist powers, all possessing economies governed by regulatory apparatuses analogous in character to the apparatuses of the American postwar New Deal. These apparatuses, especially when coupled to fiat money, have in common the fundamental flaw that they create economic instability via moral hazard.
This provision of American military protection has been supported by the imperial tribute of the acceptance of paper dollars — dollars at first theoretically backed by gold. Of course, this charade,
described by Robert Triffin in 1960, ended in 1971 with the collapse of the Breton Woods system, exposing holders of dollars to massive losses and causing the Great Inflation of the 1970s.
Through the 1970s and 1980s, the United States did not abandon the course of empire, or statist regulation, but instead expanded, especially the imperial side of the interventionist mentality and especially in the wake of the collapse of the Soviet Union. Whatever the deregulation of other sectors of the economy, the financial sector — due to its role in imperial finance — retained its peculiar regulatory privilege through its ability to generate unlimited losses at taxpayer or dollar-holder expense.
This expanded American empire was, for a time, bizarrely aided by the People's Republic of China as part of an industrialization policy in which the Chinese sterilized the purchase of dollars by massive domestic security sales to soak up excess liquidity. This is a strategy that is rapidly running out of steam and has created a dangerous inflation in Chinese real-estate and stock prices that is unlikely to end well.
Japan, capitalist-oriented East Asian and to a lesser degree Western central banks, the oil states, and Russia (yes, Russia) also purchased huge quantities of dollar-denominated assets from the 1990s onwards, with the effect of subsidizing the Pax Americana — probably because alternative security arrangements seemed more expensive.
Alas, that willingness to subsidize the United States would seem to be rapidly waning. Russia's recent assertiveness is a hint of things to come, as more and more foreigners are taking a hard look at their subsidization of an America living beyond its means. The stocktaking economic signal globally is the increasingly punishing foreign-credit-related losses caused by the Fed's last imperial bubble, a credit bubble that has infected the entire planet.
It was fun for the United States in the short and medium run, since, at least in the 1980s, the United States got to have its imperial cake and shopping-mart icing too. The United States thereby avoided having to deal with the fundamental disequilibrium between both the federal government's promised expenses versus expected revenues, as well as the associated disequilibrium between American living standards and economic productivity.
That era is coming to a close, with the increasing amplitude in the financial oscillations of the world economy at lower frequencies, demonstrating systemic instability dating, at the latest, to the Asian financial crisis of 1998.
In response to that crisis and to concerns over Y2K, and with especially intense initiation at the time of the LTCM fiasco (an event itself of course made possible by the intrinsic moral hazard of Greenspan and the postwar regulatory mentality), the Fed lowered rates, thereby pushing the tech-stock bubble into a final frenzy. Raising rates in 1999 to combat Fed-fiat-money generated inflation, the creature from Jekyll Island succeeded in crushing the NASDAQ et al., and, in the process, generating a global economic downturn.
In 2002, now concerned about deflation, the Fed took rates to absurdly low levels, thereby generating the housing bubble. Worried about inflation in 2006, in which the housing bubble was the inevitable consequence of trying to maintain American asset prices and output valuation at nonequilibrium levels, Greenspan's fall guy Bernanke took rates up, killing the housing bubble, and then took rates down while revving up the printing presses to stave off a credit-market collapse. This leads us to the current juncture with Fannie, Freddie, and the FDIC, and what Mises would clearly identify as the "policy" trap.
Viewed in isolation, the Fed can take rates neither substantially up nor down. If it fights its own inflation by taking rates up, it sends the economy into a depression. If it fights a credit-contraction-generated recession with lower rates, it risks a hyperinflation and a run on the dollar. If the federal government were to try to use any more fiscal stimulus on the tax or spending side, the Ricardian equivalence theorem would apply to an entity with a present discounted budget deficit/solvency problem of $30 trillion dollars. That is, there will be minimal effect. A bump in second-quarter GDP changes nothing about the long-run picture, and in equilibrium actually means merely a shift of output from the future to the present; it is, however, popular with politicians under the electoral gun and Wall Street types looking for suckers.
In other words, Mises would point to the bailouts of Fannie, Freddie, and the FDIC as the hint that a general system event had arrived, in which we need a new policy mentality. Mises would clearly see the solution to the fiat-money-generated world disequilibrium as a global return to a commodity-money standard with 100% reserve banking as the only monetary policy rule and a banking order that avoids the disequilibria generated by the politically motivated manipulation of the money supply.
Although the author was trained in a very different mentality, he now sees an irreducible truth in the argument that, under the current discretionary monetary policy arrangements, we keep observing the same cycles in under and overextension of credit, because the political temptation to do so is overwhelming. In the long run, when monetary authorities around the globe play the same game — and especially when the use of that credit is so often indirectly used to finance war — the results of central-bank activities are likely to be so poor in terms of system risk that the seemingly radical step of a return to commodity-based money and a new reserve order for the banking system might well be the most responsible step to take, provided that the move is done in an orderly fashion.


Given the need to avoid an implosion of the world political order, such a transition would probably have be created in conjunction with negotiations with our foreign creditors for a new gold-based monetary order to avoid a panicked run on the dollar, amid attempts to attack a grossly overextended American imperial position. In the regulatory field, what is needed at a minimum is the effective creation of an adults-only area where losses are credibly understood as not subject to a Greenspan-like put in order to permanently rid ourselves of the "heads I win tails you lose" financial-system externality that is getting increasingly expensive and disruptive.
Although this analysis of the meaning of the FDIC bailout in its broader consequences cannot be regarded as cheery — and, to some, may seem radical — human beings do poorly when imitating ostriches, and any of the alternatives available to policy makers are likely to be gratuitously destructive in character.

2008/10/02

Imperio y decadencia

Leyendo, que es como más se aprende, extraigo la conclusión de que a lo largo de la historia, ha habido indefectiblemente, una serie de signos cuyos efectos sobre las civilzaciones o los imperios, independientemente de cual fuera este, concluía con su decadencia primero y luego con su desaparición, a saber:


1.- La baja natalidad, como consecuencia del aumento del nivel de vida y la abundacia de recursos que no requería que más miembros de la unidad familiar asegurarán el sustento presente y futuro.


2.- El desapego religioso, como consecuencia de un falsa e hipotética autosuficiencia, por encima incluso de Dios, donde el hombre se creía reconocer todopoderoso, originada también en el bienestar.


3.- El distanciamiento militar, por la falta de peligros reconocibles e inminentes y que por tanto reforzaban el sentimiento de que no era necesario mantener la autodefensa.


4.- El bienestar, cuya causa- efecto inmediato es el debilitamiento de la cultura del sacrificio en favor de una cultura hedonista que debilita la capacidad del individuo para mantener ese liderato.


Europa?

2008/10/01

A los comentarios de Juan Mari


Ya que el blog de Daniel me ha abducido hoy, no he podido evitar leer los comentarios a su última entrada en la que criticaba el rescate por parte de los Estados de los bancos en quiebra y me ha venido la siguiente reflexión a la cabeza, ¿por qué la gente se rasga las vestiduras por perder el dinero en un banco mal gestionado y no protesta porque su dinero se lo lleven Zapatero y Rajoy para pagar mil y un desmanes? ¿Cuánto dinero podría alguien ahorrar e incluso perder en un banco en quiebra si su dinero lo administrara él en lugar de Pepiño?

No sé quién es Juan Mari, pero su argumento es de lo más peregrino. Dice en su comentario: ¿no dejas con el culo al aire a millones de españoles que han colocado sus pequeños ahorros en acciones de bancos?. ¿No es más responsable el Estado o Gobierno que tiene la obligación de controlar la marcha y funcionamiento de los bancos?

Juan Mari, perdona por el tuteo, pero ¿acaso piensas que el Estado es alguien? Somos nosotros quienes damos el dinero para que el Estado haga lo que los políticos quieren. Si yo quiero ayudar a algún damnificado de la quiebra del sistema financiero, lo decidiré yo. Dejemos de considerar que el Estado es un dios que crea y destruye a su antojo como el Zeus homérico.

Primera colaboración


Mi amigo Daniel, dueño y señor de este sitio, me ha invitado amablemente a contribuir con mis puntos de vista a sus poéticas reflexiones sobre la vida, la religión, el deporte y la política. Por suerte, la política está entre estos temas y me siento cómodo, aunque intentaré dar en mis colaboraciones un enfoque un poco diferente del de evasión liberal, aunque no será fácil.

Voy a empezar criticando a los EE.UU. tan caros a Daniel y a mí también, que conste. Siempre me ha parecido que es un gran país, verdadero faro de la libertad de occidente y un pueblo que sabe defender sus valores y está dispuesto a dar la vida por ellos, lo cual no se puede decir de otros. Sin embargo, Creo que están en un momento pésimo no sólo económico, sino moral y que están perdiendo parte de los valores fundacionales que inspiraron a los Madison, Hamilton, Jay, verdaderos artífices de aquella gran nación.

El caso de Guantánamo, las mentiras que llevaron a la guerra de Irak y la escalada militarista son un síntoma preocupante de decadencia. Dice Chesterton en su ensayo acerca de Rudyard Kipling:

Lo malo del militarismo no es que muestre que algunos hombres son feroces altaneros y excesivamente belicosos: lo malo del militarismo es que muestra que la mayoría de los hombres son mansos y tímidos y excesivamente pacíficos. El soldado profesional adquiere más poder a medida que la valentía general de una comunidad disminuye. Así laguardia pretoriana se fue volviendo cada vez más importante en Roma a medida que Roma se volvía cada vez más suntuosa y débil. El militar gana poder civil en la misma proporción en que el civil pierde las virtudes militares.

¿No es algo parecido a esto lo que está ocurriendo a los EE.UU. con su gasto militar y la preponderancia de lo militar frente a lo civil?

Alberto Benegas Lynch
, un célebre economista liberal argentino, lo dice mucho mejor que yo:

Se trata del baluarte del mundo libre, por esto es que resulta especialmente delicado lo que allí ocurra. Hay algunas señales que, de un tiempo a esta parte, muestran que los Estados Unidos, lamentablemente, se están latinoamericanizando en algunos aspectos. Sin duda que sigue siendo el país más civilizado de la tierra pero, por ser el bastión de la libertad, es muy trascendente lo que allí ocurre. Para no remontarnos a otras épocas de su historia hoy observamos que, a raíz de los sucesos criminales del 11 de septiembre, se han adoptado algunas medidas que, en nombre de la seguridad, afectan la libertad. La detención de extranjeros sin juicio previo, escuchas telefónicas y otras medidas similares afectan severamente las garantías individuales. Es sabido que la libertad tiene riesgos pero si en nombre de la seguridad se afecta la libertad se habrá perdido la batalla. Como bien ha declarado un distinguido parlamentario estadounidense, "si para luchar contra los talibanes nos convertimos en talibanes, la batalla no tiene sentido". Por otra parte, los subsidios a la agricultura estadounidense por un valor de cientos de miles de millones de dólares implica que se detraen recursos de actividades eficientes para financiar tareas de menor productividad, lo cual afecta gravemente las tasas de capitalización y, consiguientemente, los salarios e ingresos en términos reales. Los Estados Unidos tendrán en el actual ejercicio fiscal un déficit de ciento sesenta mil millones de dólares. La Secretaría del Tesoro acaba de pedirle al Congreso que eleve el techo del endeudamiento estatal establecido por ley puesto que no serían suficientes los aproximadamente seis billones actuales. Los incrementos del gasto público de los últimos años resultan llamativos, lo cual ocurre debido principalmente al medicare, la llamada seguridad social y los gastos militares. La suba de aranceles como en los sonados casos del acero y la madera, alejan aún más a los Estados Unidos de la idea del librecambio.

Recordemos que no hay posiciones irrevocables. La inexorabilidad de los acontecimientos constituye una idea trasnochada del marxismo. Los países serán mejores o peores según sean las ideas, principios y valores que prevalecen. Lo que cuenta Thomas Sowell en su obra Inside American Education resulta alarmante. Los avances de la llamada "acción afirmativa", la "corrección política", las cuotas compulsivas en lugares de trabajo e instituciones académicas y reglamentos absurdos contribuyen a desmoronar preceptos que han constituido la columna vertebral de la tradición de pensamiento estadounidense.

No cabe discutir que esto que ocurre en Estados Unidos sucede con mucho mayor intensidad en otras partes del mundo, pero como queda dicho, las políticas en los Estados Unidos tienen mucho mayor relevancia debido a las reservas morales implícitas en buena parte de la historia de aquel gran país. Es importante que repasemos el espíritu de autores como Thomas Jefferson, George Mason, Thomas Paine y James Madison. Aunque no sea muy conocido, ni siquiera en los ambientes profesionales de la ciencia política, deben repasarse los debates entre los federalistas y aquellos que se autodenominaron, paradójicamente, antifederalistas pero que tenían una posición aún más vigorosa en cuanto a la limitación del poder del gobierno central y, en general, una postura aún más robusta respecto de la oposición al intervencionismo estatal. En este sentido, hoy resultan alentadoras las producciones intelectuales de instituciones y centros académicos estadounidenses que nos recuerdan el significado del American way of life".