"...bares que lugares...", como decía la canción. Un inciso para hacer un pequeño homenaje a los camareros, a los camareros de los bares andaluces, únicos representantes de una raza casi extinta que aún saben mantener: el encanto, la alegria y el buen servicio.
Ayer estuve en Granada, y volví a sentir "el ambietillo" de las auténticas tascas y tabernas , el placer de saborear una caña con una tapita de paella, mientras "acodado" en la barra contemplaba el ir y venir de los camareros afanandose en el arte de servir una caña y sus aperitivos con gracia y alegría:
¿Qué va a ser don Rafael?, ¿lo de siempre?..., ¡dos cañas y una tapita pa' dos!..., esta tapìta para ir abriendo el apetito eah..., ¡unos chopitos!, ¡dos cocretas!...,
Un homenaje a los camareros andaluces que con su "grasia", su alegría y servicio son los guardianes de una de las tradiciones con más sabor de España.
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